lunes, 26 de marzo de 2012

La Posición originaria



 



El momento morenista misionero (MMM: véase acá) representa todo un desafío para la teoría política, en especial la contractualista. ¿Qué respondería un rawlsiano si alguien en la posición originaria, reveladoramente, le dijera (a): "ponete en cuatro"? ¿O: (b) "gordo puto"? ¿Y: (c) "polaco pelotudo"? Quizás el velo de ignorancia descartaría (b) y (c) por obvias razones. Pero (a) podría ser viable (no vamos a hacer nombres, por las dudas, pero un brillante profesor brasileño nos había señalado cuán reveladora es la expresión "la posición originaria"). Si planteáramos esto en términos de la nueva fundamentación de la teoría de la justicia que aparece en el "segundo" Rawls, ¿habría alguna diferencia? ¿Forman parte (b) y (c) de un desacuerdo razonable? Otra vez, (a) parecería pasar el test. Y si optáramos por el paradigma discursivo habermasiano de la situación ideal de habla, las cosas no parecerían ser muy diferentes.

No hay comentarios: