martes, 27 de noviembre de 2012

Romanticismo político





El vicegobernador de Buenos Aires, Gabriel Mariotto, volvió a manifestarse en duros términos en contra del proyecto presidencial del gobernador Scioli y calificó ese plan como un "capricho" en declaraciones a la radio La Red (fuente). Un primer argumento mencionado por Mariotto en defensa de su crítica a Scioli es que sus aspiraciones presidenciales perjudican "la acción y la construcción política e institucional". Algo sibilinamente, sin embargo, sostuvo además que "uno no se puede encapricharse con un lugar, y después querer forzar el destino a que si se cumple con ese capricho, el proyecto es bueno, y si no se cumple, el capricho es malo". Quizás, de este modo, mostró su desconfianza respecto de las explicaciones teleológicas de la historia, o lisa  y llanamente la fuente se equivoca al transcribir su declaración.

Sea como fuere, es el segundo argumento que Mariotto invocó en contra de las aspiraciones de Scioli el que más nos llama la atención, particularmente por sus proyecciones filosófico-políticas. En efecto, según Mariotto: "Con banda o sin banda, la que conduce y conducirá el movimiento es la presidenta Cristina Fernández de Kirchner". A primera vista se trata de una manera de hacer en claro que la interna kirchnerista en el camino hacia las elecciones presidenciales será decidida por Cristina. Y como parte de este argumento, creemos, el vicegobernador aseguró que sea quien fuere el que ocupe la Presidencia de la Nación desde diciembre de 2015, "el amor del pueblo lo tiene la Presidenta" (click).

Con lo cual se abren los interrogantes. ¿Cree Mariotto que "el amor del pueblo" es independiente de los resultados electorales? Mariotto podría responder que sí, ya que por más que el pueblo amara a Cristina, sin reforma de la constitución ese amor no puede ser expresado electoralmente. Pero no van a faltar los que sostengan que el amor del pueblo, en todo caso, debe seguir a la constitución vigente. Es más, no pocos van a sostener que el amor del pueblo o bien se expresa electoralmente (en cuyo caso el segundo argumento de Mariotto es absurdo), o bien es irrelevante. De todas formas, el romanticismo político de Mariotto va de la mano con la concepción declarativa neo-rousseauniana del kirchnerismo según la cual aunque el kirchnerismo obtuviera el 1% de los votos, seguiría siendo la expresión de la voluntad general, o, por qué no decirlo, de la voluntad popular (click). Pensándolo bien, es obvio que el amor todo lo vence, y que no depende de un resultado electoral.

1 comentario:

Camila dijo...

Como estudio ciencias políticas me gusta tener la posibilidad de conocer la situación de nuestro país y de los de la región. Es por eso que trato de viajar a las distintas ciudades del país y ver de que forma se manejan allí y por eso constantemente busco pasajes en pesos