viernes, 22 de febrero de 2013

Senador, lo que se dice Senador...



Un senador argentino, el Sr. Pichetto, jefe del bloque kirchnerista, ha hecho una distinción que hará las delicias de nuestros lectores y probablemente las de varios especialistas en análisis de la cultura (por favor, no queremos sugerir que nuestros lectores no lo sean, adelantándonos un poco, y parafraseando a Pichetto, deberíamos en realidad distinguir entre "lectores especialistas en análisis de la cultura" y "lectores lectores", o al revés). En efecto, se trata de la distinción de "argentinos de religión judía" (a partir de ahora, y con la anuencia del senador, vamos a llamarlos "argentinos judíos" para simplificar, aunque entendemos que para el senador quizás nuestra caracterización en realidad designa un conjunto vacío) y "argentinos argentinos" (la cual sugiere que puede haber algo así como "judíos judíos").

La distinción hecha por el senador Pichetto plantea al menos dos grandes cuestiones: (a) ¿qué quiso hacer? y (b) ¿qué hacer al respecto? Una interpretación caritativa sugeriría que Pichetto no quiso discriminar sino que quiso distinguir entre los judíos argentinos y los argentinos argentinos, entiendo por esto último un tipo de argentino que es en verdad argentino o más argentino que otros (argentinos, por supuesto; no tendría sentido decir que un argentino es más argentino que, v.g., un uruguayo). Pichetto no niega la argentinidad del judío argentino, sino que distingue grados de argentinidad. Es lo que haríamos nosotros si dijéramos en una frase, v.g.: "pero argentino, lo que se dice argentino, es Maradona, no Bielsa". En algunos casos, en efecto, la repetición no es redundante sino enfática. De paso, al equipo de La Causa le provoca curiosidad saber si Pichetto diría, v.g., que el Canciller Timerman es "argentino argentino", o para el caso que la senadora Rojkes de Alperovich y compañera de bloque es "tucumana de religión judía" o "tucumana tucumana".

O lisa y llanamente, con la predicación categorial o existencial Pichetto quiere dar a entender cierta valoración, tal como lo hacía Nietzsche cuando decía que Sócrates no era griego, o en ciertos tele-teatros cuando quien es obviamente el padre niega ser el padre de su hija, o este equipo no tiene defensa (cuando obviamente tiene varios jugadores ubicados en esa posición), etc. Se trata de un giro que podemos usar para dar a entender que alguien no cumple satisfactoriamente con lo que esperamos de esta persona. Que los filósofos morales se ocupen de decir si semejante interpretación es o no discriminatoria.

Uno de los miembros del equipo de La Causa, diríamos "argentino judío" según la caracterización de Pichetto antes que "argentino argentino", nos hace saber que de muy pequeño él creía que los judíos no hacen asados, ni juegan al truco, tienen acento alemán, son puntuales, etc. Y para su asombro, luego entró en contacto con quienes resultaron ser judíos y que, efectivamente, hacen asado, juegan al truco, no tienen acento alemán, son impuntuales, etc. La obvia conclusión a la que llegó, niño precoz él, fue que cometió la sinécdoque de confundir a los judíos alemanes con los demás judíos. De ahí que quizás Pichetto pudo haberse criado, v.g., en la casa de Hannah Arendt. Y no habría que descartar la hipótesis de que Pichetto mismo sea judío, y por lo tanto incurra en uno de los tantos casos de antisemitismo judío. Claro que lo que fue precoz para un niño no lo es necesariamente para un hombre que tiene sus años como Pichetto.

Una segunda interpretación es que Pichetto, quizás simpatizante del Bicho, inconscientemente influido por el rumor insistente el mismo día de la llegada de Maradona como DT a Argentinos Juniors, lisa y llanamente haya dejado fluir su simpatía por dicho equipo y de ahí el "argentinos, argentinos!" (quizás los taquígrafos se olvidaron de agregar la coma e incluso un enfático signo de admiración). Tampoco hay que olvidar en este contexto el famoso "argentinos, a las cosas" con el que Ortega y Gasset nos tratara de amonestar a no sabemos bien qué, pero de todos modos hasta ahora sin efecto.

Una tercera interpretación, y no van a faltar los que la defiendan, es que Pichetto cometió un acto de discriminación sin más, curiosamente en público, en la Cámara misma del Honorable Senado de la Nación, mientras debatía la firma de un tratado con Irán. De hecho, no sabemos si existe registro de algo semejante en los anales de nuestro Congreso. Lindo tema para investigar. Por si hiciera falta, cabe recordar que Pichetto ya había hecho referencia a dos judíos (Jesús y Judas) en la famosa sesión por la resolución 125 mientras observaba fijamente al vicepresidente Cleto, pero no había aclarado si entendía que Jesús, por ejemplo, era judío judío (lo cual, por supuesto, se debió a obvias razones teológicas ya que la controversia, digan lo que digan, continúa).

Finalmente, la pregunta leninista: ¿qué hacer? Sin duda, dado que la discriminación es un delito según la ley argentina, no faltarán quienes deseen dar parte a las autoridades para que tomen cartas en el asunto. Este blog, fiel defensor del Estado de Derecho, se pronuncia en el mismo sentido, para que la justicia misma se expida sobre el caso. Mientras tanto, sería razonable que el presidente del Senado, Amado Boudou, siguiera el camino tomado por los árbitros argentinos cuando la hinchada de River entona sus cánticos discriminatorios en relación a Boca (aunque nótese que los árbitros paran el partido cuando los hinchas de River declaran a viva voz que van a matarlos a todos, pero sí cuando incurren en xenofobia, lo cual provoca una natural curiosidad: ¿qué es peor?), de tal forma que Boudou debería detener las deliberaciones del jefe de su bloque hasta que Pichetto detuviera su discriminación. De hecho, Boudou detuvo al comienzo una intervención de Pichetto, pero por otra razón. Nosotros, como Crónica, firmes junto al pueblo y no abandonamos nuestra fe iluminista, parafraseando a Hobbes, si nos permiten: paulatim eruditur senatus.      

3 comentarios:

Andrés Rosler dijo...

Tenía razón Hobbes: http://www.infobae.com/notas/697750-Pichetto-se-disculpo-por-sus-dichos-en-el-debate-de-la-AMIA-tras-el-repudio-de-DAIA.html

Anónimo dijo...

Muy buen post! Recordando a cronica, no olvidemos aquel dia del accidente en el cual muerieron dos personas y un boliviano boliviano (diria Pichetto).

Andrés Rosler dijo...

Por supuesto. O como en esos ascensores antiguos cuya capacidad máxima es para "tres personas y un abogado". Pero no quisimos ser políticamente ni ilegalmente incorrectos.