domingo, 31 de agosto de 2014

Milagros Kirchneristas


La reciente carta presentada por prestigiosos economistas de renombre mundial (entre ellos Joseph Stiglitz y John Roemer) para apoyar la posición argentina ante la ONU a los efectos de que esta última regule las negociaciones de la deuda soberana parece adolecer de cierto defecto ya que una de las firmas que lleva es la de Albert Hirschman, uno de los cientistas sociales más famosos del siglo XX, quien falleciera hace dos años.

Como no faltarán seguramente las voces opositoras que aprovecharán la ocasión para poner el grito en el cielo, nos vemos en la obligación de recordar la reacción de Madame Du Deffand, amiga de Voltaire, ante la extática narrativa del Cardenal de Polignac sobre San Denis, el santo patrón de París. En efecto, el Cardenal le había contado que San Denis luego de haber sido decapitado en el siglo XXIV antes de Kirchner (III a. C. en la vieja terminología), recogió su cabeza y se puso a recorrer varios kilómetros de París con la cabeza bajo el brazo. Cuando, entonces, Madame Du Deffand escuchó esta historia de boca del Cardenal, comentó: "Ah Monseñor! Es sólo el primer paso el que cuesta".

Ahora bien, la muy tendenciosa nota publicada por Perfil sobre el aparente defecto de la carta (click) no solamente pasa por alto la historia del santo patrón de París que acabamos de recordar, sino que además pasa por alto más que comparables y seculares hechos nuestroamericanos. En efecto, la muerte no le había impedido a Chávez probablemente designar funcionarios y sucesores sino incluso hablar con Maduro en estado metempsicótico en la forma de un ave (de hecho, aunque creemos que lo hizo en vida, Chávez viajó en el tiempo para firmar la Declaración de Independencia de Venezuela: Chávez en el túnel del tiempo). Por lo demás, Hirschman bien pudo haber dejado una hoja firmada en blanco por si aparecía eventualmente una causa que valiera la pena luego de su fallecimiento. Después de todo, su familia no desmintió su posibilidad ni tampoco la biblioteca en la cual obran los documentos inéditos de Hirschman.

Y hablando de Hirschman, su libro Exit, Voice, and Loyalty (salida, voz y lealtad) nos da el pie ideal para tratar el muy interesante artículo publicado también en Perfil por el Prof. Guido Croxatto, uno de los afortunados ganadores de la beca Néstor Kirchner, miembro de Justicia Legítima, ex asesor de la Secretaría de DD.HH. de la Nación (en la época de Eduardo Luis Duhalde) y aparentemente actual asesor de la Presidenta de la Nación en materia de política nacional (a juzgar por lo que el autor, v.g., cuenta en otra nota: "Recordarás, Cristina, lo que pienso de Moreno, lo que te escribí desde Alemania lo sostengo punto por punto"). En esta nota el autor muestra su preocupación por cómo el personalismo hiperpresidencialista pone a la sociedad bajo la dominación demagógica (Una sociedad dominada por la demagogia), dando lugar entonces a lo que entendemos la historia recordará como el nacimiento del kirchnerismo deliberativista.

Nuestros lectores se imaginarán nuestra curiosidad intelectual acerca de la posición de Croxatto. ¿Cómo pensar al kirchnerismo sin la demagogia hiperpresidencialista? ¿No es acaso la noción de kirchnerismo republicano, un kirchnerismo sin Néstor ni Cristina, una contradicción en sus términos, algo así como un contractualismo sin contrato o Hamlet sin el Príncipe, como se suele decir en inglés? ¿No será entonces que Croxatto, retomando a Hirschman, ha decidido salir del movimiento, poniendo en duda de este modo su lealtad? Croxatto, con razón, podría replicar que el Peronismo sin Perón todavía subsiste, quizás más fuerte que nunca. Pero mucho nos tememos que la idea de un peronismo deliberativista tiene problemas estructurales muy similares a los del kirchnerismo deliberativista propuesto por Croxatto. Así y todo, como cuentan (aunque equivocadamente) que dijo Chou en Lai sobre la Revolución Francesa, todavía es algo apresurado para juzgar.

5 comentarios:

Francisco J dijo...

Confieso que albergo serias dudas sobre la forma en que los historiadores del futuro considerarán este período...Incluso un historiador del presente, digamos, como L. A. Romero ha hecho el esfuerzo (en la última edición de su "Historia de la Argentina...") de incluir al kirchnerismo en una periodización que lo coloca junto al, digamos, menemismo, encontrando -como buen historiador- las continuidades (lógicas comunes) detrás de lo que aparecen a los ojos de los actores como evidentes rupturas. A esto me llama la apócrifa frase de Chou en Lai, que seguramente vería una continuidad de la China comuni-capitalista del hoy día con la maoísta e incluso con el Imperio Celeste de los Ming. Mucho me temo que quienes hemos vivido este período seremos condenados por historiadores futuros debido a nuestras opiniones "contaminadas". Como sea, no conozco otra época donde el sólo hecho de enunciar algo insistentemente lo parezca realidad para muchos como en esta última década y pico...Tal vez necesitemos un Anatole France del futuro que escriba nuevamente, y con su fina ironía, una nueva "Isla de los pinguinos" (nunca mejor el título) para descifrar esto que nos parece, lisa y llanamente, una burla.

Eduardo Reviriego dijo...

Francisco J:
Me parece que la narración de la historia del periodo kirchnerista, no va a a estar a cargo de historiadores, sino de penalistas.

Saint Germain dijo...

Afortunadamente para nuestro país, la carta original no adolesce de ningún defecto, dado que no fue firmada por Albert Hirschman, ni por ningún economista póstumo.
La nota de Perfil mencionada, malintencionadamente se hace eco de un error cometido en una nota de Pagina 12, quien si menciona a Hirschman como firmante, cuando en realidad es firmada por Dani Rodrik, profesor de Hirschman en la Universidad de Princeton.

Atribuir a un Gobierno un hecho turbio de esta naturaleza, en un tema tan delicado como este es una irresponsabilidad.

En el pie de la carta original se puede ver la firma de Rodrik: Dani Rodrik, Albert O. Hirschman Professor in the school of Social Sciences at the Institute for Advanced Study in Princeton, New Jersey

Andrés Rosler dijo...

Saint Germain, muchísimas gracias por el comentario. Apenas podamos vamos a aclarar el punto en una nueva entrada. De hecho, apenas comenzamos a leer el comentario hasta consideramos la posibilidad de expulsar al responsable (i.e. al Sr. Rosler, para llamarlo de algún modo) de la entrada del equipo de La Causa de Catón, precisamente porque no toleramos errores y menos la mentira descarada. Pero teniendo en cuenta que el error fue cometido por Página 12 (que a esta altura ya ni sabemos para quién trabaja) y aprovechado por los pérfidos de Perfil, vamos a darle al Sr. Rosler una oportunidad más. Mientras tanto, es un alivio saber que la carta en cuestión entonces no contiene defecto alguno, que por otra parte era la posición que el blog trató de defender, algo desesperadamente quizás, pero, insistimos, con la mejor de las intenciones.

Andrés Rosler dijo...

Parece que el error de Página 12 se debe a su vez a un cable de Télam. Estamos en problemas. Hay que ver hasta dónde llega el complot.