lunes, 6 de junio de 2016

Todo lo que Ud. quería saber sobre Guillermo Moreno (y no se atrevía a preguntarle, v.g., a Hernán Brienza)




En la versión de la fábula de Hércules por Luciano de Samósata (nacido en c. 120 dC), que se hiciera muy conocida entre los humanistas del Renacimiento (y que quienes se dedican a la filosofía política la recuerdan porque Hobbes habla de ella en el Leviatán), Hércules era una persona de tal sabiduría y elocuencia que había encadenado los oídos de los demás a su boca y los guiaba como quería.

Nos invade la curiosidad entonces acerca de qué habría dicho Luciano de Samósata si se hubiera enterado de esta nueva proeza de Guillermo Moreno, verdadero Hércules vernáculo, que acaba de convencer a Cynthia García de las bondades de afiliarse al Partido Justicialista (Clarín Miente). En otras palabras, Moreno es un verdadero prodigio de la persuasión.

Quizás sea por eso que algunos hayan manifestado su preocupación por las recientes afirmaciones de Guillermo Moreno:





Ciertamente, no nos referimos tanto a sus consideraciones sobre el Baby Etchecopar cuanto a su comparación entre el Gobierno de Macri y la dictadura de Videla, la cual apunta a que la segunda sale mejor parada que el primero. Como se puede apreciar Moreno sostiene que, para qué negarlo, Videla tiraba gente viva de los aviones, pero no se metía con el alimento de los argentinos. Suponemos que el punto de Moreno es que si bien Macri no tira gente viva de los aviones (o no todavía), sí se mete con el alimento de los argentinos. Quizás solo por compostura Moreno se abstuvo de agregar que a Videla jamás le encontraron una cuenta o una sociedad off-shore (al menos todavía).

El de Moreno es un revisionismo sin tapujos que rescata la figura de Videla a quien todos los demás mortales recuerdan exclusivamente como un dictador (y no en el buen sentido de la palabra como diría Sacha Cohen en la película homónima; a propósito corre el rumor de que Sacha Cohen tiene planeado filmar “Guillermo Moreno” como una secuela de “Borat” y “El Dictador”).

Algo parecido suele pasar con Hitler, de quien la gente recuerda solamente el Holocausto, por ejemplo, y no la recuperación meteórica de la economía alemana gracias a su gestión (o las guarderías para niños arios, por ejemplo). Algunos dirán que en el largo plazo a la economía alemana no le fue muy bien que digamos. Pero decir algo semejante sería equivalente a quedarse con el fin del kirchnerismo y no con sus años de bonanza. Por lo demás, a Hitler tampoco le encontraron sociedades off-shore (al menos todavía).

Por alguna razón nos viene a la memoria ese homenaje relativamente indirecto que Marcos Aguinis alguna vez hiciera del idealismo alemán, aunque no precisamente al de Kant o Hegel: “las juventudes hitlerianas…, por asesinas y despreciables que hayan sido, luchaban por un ideal absurdo pero ideal al fin, como la raza superior y otras locuras. Los actuales paramilitares kirchneristas, y otras fórmulas igualmente confusas, en cambio, han estructurado una corporación que milita para ganar un sueldo o sentirse poderosos o meter la mano en los bienes de la nación” (La Nación).

A esta altura no podemos evitar preguntarnos qué dirían intelectuales de la talla de un Hernán Brienza, un Pedro Brieger o incluso un Jorge Capitanich al respecto, particularmente en relación a los dichos de Moreno sobre Videla.

Brienza insistiría en que la descripción de gente viva arrojada desde aviones carece totalmente de axiología alguna (Comprensión y justificación en las ciencias sociales), Brieger sostendría que “más allá de tirar gente viva de los aviones Videla no tocaba la comida de la gente” (Son secuestros y asesinatos (y no en el buen sentido de la palabra)) y Capitanich agregaría probablemente que se trataba en todo caso de situaciones aisladas (Armando golpe blando Arturo golpe duro), ya que ¿qué porcentaje representan unas decenas de miles en relación a unos veinticinco millones de personas?

Hay momentos en los que la realidad nos abruma y la ironía es lo único que nos permite seguir adelante. Éste es uno de ellos.

1 comentario:

Eduardo Reviriego dijo...

Es posible que el secretario Moreno -no confundir con el homónimo secretario de la primera junta, puesto que éste más bien sería el secretario de las malas juntas- crea que Videla a los detenidos en la ESMA y en centros afines, los haya alimentado bien, y de ahí la contundencia de su afirmación, aunque sabemos que como heredero del heredero del golpe del 43, no solo entre "bueyes no hay cornadas", sino que también "la cabra tira al monte"