martes, 2 de mayo de 2017

Piensa, piensa, que algo queda



El diario La Capital ha publicado una curiosa entrevista a Nora Merlin, psicoanalista y profesora de la Universidad de Buenos Aires (click). Decimos que es curiosa porque debe ser bastante difícil encontrar tantas falacias juntas en una sola entrevista, asumiendo que la entrevista publicada refleja lo dicho en el transcurso de la entrevista originaria.

Empecemos por la primera, según la cual "las neurociencias van en contra del pensamiento crítico" (énfasis agregado). Da la impresión de que, ya que el de Manes es el único caso mencionado en la entrevista, la entrevistada llega a esa conclusión debido a que confunde a Facundo Manes con las neurociencias, una notoria falacia que hará bastante feliz a Manes pero cuya magnitud es equivalente a la de quien creyera que el psicoanálisis va en contra del pensamiento crítico solamente porque leyó esta entrevista.

La generalización falaz que hace la entrevistada en relación a las neurociencias se debe además a su ignorancia acerca de las investigaciones neurocientíficas que no solamente muestran, por ejemplo, la proximidad entre los estudios sobre las neuronas-espejo y la fenomenología  (v., v.g., el libro de Marco Iacoboni, Las neuronas espejo), sino que además ignora que las propias neurociencias muchas veces aconsejan terapias habladas por así decir.

La mención del "momento político, económico, de época en que las neurociencias irrumpen la cultura y la educación" es otra clara falacia, en este caso genética o genealógica, que se puede detectar fácilmente con tan sólo pensar en el momento en el que el psicoanálisis irrumpió en la cultura europea. Salta a la vista además que no tiene mucho sentido negar la verdad de una teoría en función de un criterio político.

Algo similar sucede con la idea según la cual "Las neurociencias quieren borrar las historias, la afectividad y entonces hablan solamente de una lógica cerebral". Ningún neurocientífico con un mínimo de cerebro podría alegar que para entender un idioma es suficiente entender cómo funciona un cerebro. Sobre el particular convendría consultar, v.g., la obra de Steven Pinker.

Por otro lado, en el terreno de la filosofía moral y política, para dar un solo ejemplo, el libro de Joshua Greene, Moral Tribes, muestra cómo la psicología cognitiva puede ser de mucha utilidad para entender que nos vemos atraídos por el etnocentrismo y distinguimos moralmente entre actuar y omitir, y entre nuestras intenciones y los resultados previsibles de nuestros actos, fundamentalmente debido a que nuestro cerebro está acostumbrado a hacerlo y no porque la distinción sea moralmente relevante. En realidad, la psicología cognitiva nos ayuda, por así decir, a desconfiar de nuestro cerebro y por lo tanto cree que podemos modificar nuestras creencias morales aprendiendo cómo funciona nuestro cerebro.

Nuestro cerebro también prefiere ver imágenes antes que leer debido a que la escritura apareció mucho más tarde en nuestra evolución en relación a las imágenes, pero no por eso las neurociencias recomiendan ver imágenes antes que, v.g., leer libros de neurociencias.

En cuanto a la idea atribuida a las neurociencias según la cual "Hay que someterse a determinada medida y supuesta normalidad, quienes no se someten a eso les caben las patologías", no solamente es una tautología sino que además se aplica al psicoanálisis, salvo que se trate de un psicoanálisis que no trabaje con patologías. No descartamos que exista algo así como un psicoanálisis para quienes se sientan bien o sean felices, pero dudamos de que se trata de un proyecto exitoso, sobre todo si continúa la crisis económica.

Finalmente, quizás a la Prof. Merlin le interese consultar sobre "el famoso TDH: el trastorno de déficit de atención por hiperactividad" lo que, v.g., el neurocientífico Roberto Rosler suele decir en sus charlas al respecto (nadie es culpable por la familia que tiene).

Las buenas noticias son que, por suerte, todas estas falacias son muy fáciles de evitar para quienes están dispuestos a emplear un mínimo de pensamiento crítico.

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